Oh bien aventurado Juan Martín Moye, tu que por los ejemplos de tu vida y los constantes ejercicios de virtudes heroicas has merecido la gloria de los que la Iglesia honra con un culto especial, recibe nuestros homenajes y confiadas súplicas
Sé nuestro poderosos intercesor cerca de Dios, a fin de que crezca y prospere el número y en fervor a las Hermanas de la Providencia, nacida de tu corazón desbordante de amor a los Sagrados Corazones de Jesús y María
Alcánzanos las gracias que solicitamos para nosotras y especialmente la de vivir aquí abajo en la práctica de las virtudes, cuyo vivo símbolo queda entre nosotras, a fin de que un día merezcamos unirnos a ti en el Cielo. Amén
Ya no deseo gobernarme a mí mismo sino ser
gobernado en todas las cosas por tu Providencia.
No me daré por vencido ante inútiles ansiedades o
cuidados innecesarios, pero haciendo por mi parte
lo que Tú ordenes, te confiero a Ti el éxito de todos
mis emprendimientos.
Ya no comenzaré nada que no haya confiado a tu cuidado,
y en todas las dificultades y dudas recurriré a Ti como
recurso infalible de ayuda.
Y así pacíficamente y conforme en todo, viviré y moriré
en el Reino bajo la dirección de tu Divina Providencia.
Amén
gobernado en todas las cosas por tu Providencia.
No me daré por vencido ante inútiles ansiedades o
cuidados innecesarios, pero haciendo por mi parte
lo que Tú ordenes, te confiero a Ti el éxito de todos
mis emprendimientos.
Ya no comenzaré nada que no haya confiado a tu cuidado,
y en todas las dificultades y dudas recurriré a Ti como
recurso infalible de ayuda.
Y así pacíficamente y conforme en todo, viviré y moriré
en el Reino bajo la dirección de tu Divina Providencia.
Amén
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